sábado, 8 de mayo de 2021

Corrección Actividad 1

 

Actividad 1 : Lenguaje, lengua y comunicación oral.

 

INTRODUCCIÓN

 

La educación ha cambiado mucho en los últimos 20 - 30 años, o recuerdo mis clases de primaria en el colegio y son muy distintas a la mayoría de las que hay ahora. Antes estar en clase era simplemente escuchar al profesor o profesora, no intervenir, estar en silencio, hablar solo para corregir.... Ahora todo esto ha cambiado o está en el proceso de cambio donde los alumnos son los propios protagonistas de su aprendizaje y los maestros sus mediadores.

Es muy importante propiciar los alumnos situaciones de expresión oral tanto a nivel grupal como a nivel individual, aunque no se tenga mucho tiempo dentro de todos los objetivos y contenidos que debemos cumplir y conseguir se deben buscar momentos donde nuestros alumnos aprendan a expresarse.

 

Como futuras maestras y futuros maestros de educación primaria debemos tener presentes:

- El pensamiento y el lenguaje están íntimamente relacionados 

- El desarrollo del lenguaje influye directamente en el desarrollo del razonamiento y cognición.

- La estructuración del pensamiento humano se realiza a través del lenguaje.

- La capacidad de comprender y de expresarse es el mejor y más eficaz instrumento de aprendizaje.

- La competencia comunicativa se relaciona con caber cuando hablar, cuando no y de qué hablar, con quien, cuando, donde, y en qué forma, según Hymes

- El centro educativo debe propiciar situaciones de expresión oral, ya sea individual como grupal, dar pautas concretas sobre los buenos y malos usos, aportar ideas e indicaciones para mejorar y utilizar diferentes estrategias para los alumnos.

- El aula debe ser un contexto estimulante y motivador para el alumno donde el respeto sea absoluto.

- Diferenciar entre oír y escuchar, escucha activa.

- Motivar y desarrollar la expresión oral a parir de su propia experiencia.

 

 

ACTIVIDAD

 

La actividad que voy a plantear es para segundo curso de primaria, para niños de unos 7 u 8 años.

 

En estas edades los niños empiezan a razonar, son más curiosos y muestran más interés en ciertas cosas, el tiempo se les hace más práctico y son más conscientes. Le gusta saber el porqué de las cosas que les rodean, son más independientes de los adultos, saben pensar hacia el futuro, toman más importancia las amistades y el trabajo en equipo, además desean ser aceptado por sus amigos y los adultos.

 

Esta actividad consistirá en leer una fábula y a partir de esto generar un dialogo guiado sobre lo que puede enseñarnos.

 

A la hora de desarrollar este tipo de actividad necesitaremos unas 3 horas a la semana que las dedicaremos los lunes miércoles y viernes ya que se debe crear un espacio y una rutina de comunicación en el aula. Para poder llevarlas a cabo necesitaremos que los alumnos sean los protagonistas y se colocaran haciendo un semicírculo con las sillas, así se podrán ver las caras entre todos.

 

Este tipo de actividad favorecerá a los algunos a la hora de aprender formas de comunicación verbal y no verbal, aprender que el dialogo puede tener varias direcciones, se favorecerán las relaciones entre ellos y el profesor, aprenderán contenidos nuevos, resolverá sus inquietudes y aprenderán las de los demás, además se trabajará la escucha, empatía, respeto...

 

La fábula escogida tratará un tema muy presente en el aula y a estas edades, esto le dará más seguridad a la hora de exponer sus ideas y razonar porque piensan una cosa y no la otra, además de lograr entender el punto de visa de los demás compañeros.

 

Antes de comenzar afianzamos conceptos, señalando que dialogar consiste en exponer cada uno su idea de manera pacífica argumentándola, en el caso de no estar de acuerdo con un compañero se puede reflexionar y argumentar por que no se estas de acuerdo, no vale decir que no se está de acuerdo porque se piense de otra manera, hay que argumentar los puntos de vista diferentes.

 

Como modo de ayuda a la hora de dialogar, podemos crear entre todos un cartel con alguna norma que les ayude en el momento del debate, y tenerla siempre en el aula, esto se haría como actividad antes de empezar a tener las sesiones de debate o dialogo. En el cartel aparecerán las siguientes normas:

 

- Todas las ideas son válidas.

- Todos participamos.

- Respetar el turno de palabra.

- Levantar la mano antes de hablar.

- Reconocer las equivocaciones.

- No burlar de posibles fallos de los demás.

- Escuchar a todos los compañeros.

- Expresar las idea u opiniones de manera clara.

 

 

Para realizar el dialogo intentaremos que ellos se sientan da la forma más cómoda posible, en la cual todos puedan verse la cara y no tengan que alzar la voz para escucharse entre ellos. Con lo cual la disposición será en circulo ya sea sentados en la silla o en el suelo. Como profesora yo estaré sentada en el mismo circulo, pero mi función consistirá en mediar el dialogo y posibles conflictos, además de contar la fábula antes de comenzar.

 

La fábula en cuestión es la siguiente:

 

 

Érase una vez un granjero que vivía tranquilo porque tenía la suerte de que sus animales le proporcionaban todo lo que necesitaba para salir adelante y ser feliz.

 

Mimaba con cariño a sus gallinas y éstas le correspondían con huevos todos los días. Sus queridas ovejas le daban lana, y de sus dos hermosas vacas, a las que cuidaba con mucho esmero, obtenía la mejor leche de la comarca.

 

Era un hombre solitario y su mejor compañía era un perro fiel que no sólo vigilaba la casa, sino que también era un experto cazador. El animal era bueno con su dueño, pero tenía un pequeño defecto: era demasiado altivo y orgulloso. Siempre presumía de que era un gran olfateador y que nadie atrapaba las presas como él. Convencido de ello, a menudo le decía al resto de los animales de la granja:

 

 

– Los perros de nuestros vecinos son incapaces de cazar nada, son unos inútiles. En cambio, yo, cada semana, obsequio a mi amo con alguna paloma o algún ratón al que pillo despistado ¡Nadie es mejor que yo en el arte de la caza!

 

Era evidente que el perro se tenía en muy alta estima y se encargaba de proclamarlo a los cuatro vientos.

 

Un día, como de costumbre, salió a dar una vuelta. Se alejó del cercado y se entretuvo olisqueando algunas toperas que encontró por el camino, con la esperanza de conseguir un nuevo trofeo que llevar a casa. El día no prometía mucho. Hacía calor y los animales dormían en sus madrigueras sin dar señales de vida.

 

– ¡Qué mañana más aburrida! Creo que me iré a casa a descansar sobre la alfombra porque hoy no se ven ni mariposas.

 

De repente, una paloma pasó rozando su cabeza. El perro, que tenía una vista envidiable y era ágil como ninguno, dio un salto y, sin darle tiempo a que reaccionara, la atrapó en el aire. Agarrándola bien fuerte entre los colmillos y sintiéndose un auténtico campeón, tomó el camino de regreso a la granja vadeando el río.

 

El verano estaba muy próximo y ya había comenzado el deshielo de las montañas.  Al perro le llamó la atención que el caudal era mayor que otras veces y que el agua bajaba con más fuerza que nunca. Sorprendido, suspiró y se dijo a sí mismo:

 

– ¡Me encanta el sonido del agua! ¡Y cuánta espuma se forma al chocar contra las rocas! Me acercaré a la orilla a curiosear un poco.

 

Siempre le había tenido miedo al agua, así que era la primera vez que se aproximaba tanto al borde del río. Cuando se asomó, vio su propio reflejo aumentado y creyó que en realidad se trataba de otro perro que llevaba una presa mayor que la suya.

 

¿Cómo era posible? ¡Si él era el mejor cazador de que había en toda la zona! Se sintió tan herido en su orgullo que, sin darse cuenta, soltó la paloma que llevaba en las fauces y se lanzó al agua para arrebatar el botín a su supuesto competidor.

 

– ¡Dame esa pieza! ¡Dámela, bribón!

 

Como era de esperar, lo único que consiguió fue darse un baño de agua helada, pues no había perro ni presa, sino tan sólo su imagen reflejada.  Cuando cayó en la cuenta, se sintió muy ridículo. A duras penas consiguió salir del río tiritando de frío y encima, vio con estupor cómo la paloma que había soltado, sacudía sus plumas, remontaba el vuelo y se perdía entre las copas de los árboles.

 

Empapado, con las orejas gachas y cara de pocos amigos, regresó a su hogar sin nada y con la vanidad por los suelos.

 

Moraleja: Si has conseguido algo gracias a tu esfuerzo, siéntete satisfecho y no intentes tener lo que tienen los demás. Sé feliz con lo que es tuyo, porque si eres codicioso, lo puedes perder para siempre.

 

La moraleja la dejaremos para el final del dialogo.

 

Después de esta lectura les plantearemos la siguiente pregunta. ¿Qué es lo que enseña esta fábula? 

 

Al empezar siempre suele haber algo más de follón porque todos quieren ser los primeros en hablar y exponer sus ideas, ahí es cuando tengo que intervenir yo y recordarles que tienen que respetar el turno de palabra. Si no se respeta el turno se hará a señal de ruido cero para calmarnos y ver quien puede ser la primero en hablar.

 

A veces puede ocurrir que les cueste un poco arrancar y no haya ningún voluntario para ser el primero en contestar o expresar su idea u opinión. En este caso podría formular otra pregunta para ir cogiendo confianza y luego volver a la pregunta inicial. Por ejemplo: ¿Alguna vez os ha pasado algo parecido a lo que le paso al perro? Si esto no sirviera preguntaría a uno de los alumnos que suela ser participativo y no sea muy vergonzoso para que el fuese el primero en hablar y animara a los demás.

 

Si en el dialogo salen temas o inquietudes interesantes iría apuntando en una libreta esos temas para futuros debates diálogos, en vez de plantearlas en esta misma sesión, ya que el tema inicial se dejaría a un segundo plano. También podríamos lanzar una de esas preguntas sobre sus inquietudes si el tema principal se quedase sin intervenciones.

 

Aunque también llevaría yo otras por si no salen estas inquietudes como, por ejemplo:

 

- ¿Los perros de los vecinos eran peor que él?

- ¿Por qué regreso a su casa con las orejas agachas después de lo que sucedió en el rio?

- ¿Alguna vez os habéis sentido igual que el perro?

 

Casi siempre suele haber un niño tímido al que le cuesta un poco participar, para que este también participe le animaría a participar preguntándole directamente “¿Fulanito y tú qué opinas?" o "¿Fulanito que te parece lo que ha dicho Fulanita?" suele ser más fácil para ellos cuando se les pregunta directamente o cuando tienen que comentar lo que ha dicho otro compañero antes, porque eso le suele dar pistas sobre qué contestar o la manera en la que contestar.

 

Otras veces puede pasar que haya un niño que no respete las normas ni a los demás compañeros, en este caso yo mediare recordándole las normas y que tiene que dejar hablar a los demás y al discutir lo tienen que hacer siempre con respeto, haciendo hincapié en que todas las ideas son válidas. Al reforzar y felicitar al resto de los compañeros que respetan las normas ya los compañeros también hacemos que los que no lo hacen quieran esa aportación e imiten a las demás para conseguirla.  

 

Para evaluar estas sesiones a mí me gusta pasarles una tabla de evaluación a cada uno por individual donde aparezcan las normas y se marque si han sido cumplidas o no. 

 

Normas

No

A veces

He respetado el turno de palabra

 

 

 

He participado

 

 

 

He levantado la mano para hablar

 

 

 

He escuchado a mis compañeros

 

 

 

He dialogado de manera clara

 

 

 

 

Para evaluarles yo utilizare una rubrica de observación y la iré completando al mismo tiempo que se va desarrollando el dialogo. El 5 es la mayor puntuación.

 

Nombre del alumno

 

Actividad y fecha

1

2

3

4

5

Respeta el turno de palabra.

 

 

 

 

 

Pronuncia adecuadamente las palabras

 

 

 

 

 

Utiliza un vocabulario amplio

 

 

 

 

 

Expone sus ideas de manera clara

 

 

 

 

 

Participa en más de una ocasión.

 

 

 

 

 

Respeta la opinión de los demás.

 

 

 

 

 

Escucha a los demás

 

 

 

 

 

Levanta la mano para pedir el turno de palabra

 

 

 

 

 

Su postura es natural mirando a quien está hablando o a todos en el caso de que es tenga el turno de palabra

 

 

 

 

 

Usa un tono de voz adecuado

 

 

 

 

 

Su lenguaje es apropiado

 

 

 

 

 

Se pone en el lugar de los demás.

 

 

 

 

 

Refleja empatía hacia los demás

 

 

 

 

 

Utiliza pausas para mejorar el significado

 

 

 

 

 

Su discurso sigue unas estructura lógica y coherente

 

 

 

 

 

Genera interés hacia los demás mediante su expresión gestual y corporal

 

 

 

 

 

Da su opinión de manera respetuosa respecto al tema

 

 

 

 

 

 

 

Para concluir el debate nombraremos la moraleja.

 

" Si has conseguido algo gracias a tu esfuerzo, siéntete satisfecho y no intentes tener lo que tienen los demás. Sé feliz con lo que es tuyo, porque si eres codicioso, lo puedes perder para siempre."

 

CONCLUSIÓN.

 

Creando esta actividad me he dado cuenta que es fundamental que mis futuros alumnos tengan la oportunidad de tener situaciones de dialogo a lo largo de la semana, donde poder dialogar de manera respetuosa, lúdica y enriquecedora.

 

Leyéndolo y oyendo hablar de ello parece fácil, pero en las practicas alguna que otra vez hemos creado estas situaciones el tutor y yo y hasta que no han trascurrido unas cuantas sesiones se hacía un poco difícil que todos respetasen las normas y que no se fueran del tema central. Pero poco a poco fueron cogiendo el habito y ahora les encanta estas sesiones de dialogo.

 

Lo bonito es hacer este tipo de actividad en todas las asignaturas, no tiene que ser solo de la clase de lengua, ya que los alumnos tienen inquietudes y opiniones de infinidad de temas.

 

 

Bibliografía.

 

Irune Labajo. (2021, febrero). DIDÁCTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (Tema 1). La Salle Centro Universitario.

Primaria, M. (2020, 28 julio). El perro y su reflejo. Mundo Primaria. https://www.mundoprimaria.com/fabulas-para-ninos/el-perro-y-su-reflejo


2 comentarios:

  1. Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales - como los temas extraídos de una lluvia de ideas o como una asamblea de EI -, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. Lo más importante es que no sea: yo pienso que sí por esto, yo pienso que no por aquello... sino que se escuchen y se respondan unos a otros y eso les obligue a reflexionar sobre sus propias argumentaciones y sobre las de los demás. Deja claro en tu actividad cómo vas a hacerlo porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo egocéntrico de otro social.

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  2. Gracias Irune pensé que ya lo había arreglado.

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